Toca DDR otra vez

Kralde
El campeón de España de Dancing Machine, Oscar de Zayas, más conocido como Kralde, nos cuenta sus experiencias como profesional de este arte.

Muchos habréis visto una máquina recreativa que destaca por sus luces de colores, música llamativa, y plataformas elevadas con flechas en ellas, al más puro estilo discoteca móvil. Pero sólo unos pocos se habrán atrevido a probar la experiencia de estar inmerso en una coreografía guiada a través de una pantalla. Tal vez sea por vergüenza o por no querer sentirse el centro de atención de las miradas curiosas. Pero cuando introducimos una moneda, y pulsamos start, todo el mundo se gira a mirarnos.

¿Por qué aparece en el videoclip de Madonna? ¿Por qué ahora va a ser introducido en las clases de gimnasia en institutos de Estados Unidos? ¿Qué tiene este deporte que lleva tantos años queriendo iniciar una revolución? ¿Qué es el Machine Dance?

El Machine Dance es un videojuego. También es un deporte. Y además se trata de una modalidad de baile recogida en la International Dance Organization (IDO). El juego presenta los siguientes elementos: una máquina recreativa, unos grandes altavoces y en el suelo, dos plataformas metálicas con cuatro flechas en cada una de ellas marcada, las cuales se iluminan cuando las pisas. Cuando introduces tus créditos y estás listo para jugar, la pantalla queda dividida en dos, correspondiéndonos la mitad de ella. En la parte superior veremos cuatro flechas fijas, que parpadean al compás de la música. Por debajo, veremos que van subiendo flechas. El objetivo del juego consiste en colocar nuestro pie sobre la flecha correspondiente justo cuando ésta pasa por encima de la fila de flechas fijas de arriba. Si la golpeamos perfectamente conseguimos la mejor puntuación, si no le damos, cero puntos. La máquina nos otorga diferentes puntuaciones dependiendo de cuánto nos hayamos acercado al ritmo de la canción en el momento de golpear. Si fallamos demasiadas flechas consecutivamente, veremos que nuestra barra de vida va disminuyendo, si llega a cero habremos fallado esta canción. Si por el contrario, acertamos varias flechas consecutivamente, esta barra se irá llenando progresivamente.

Al finalizar la canción, obtendremos un resumen de nuestras puntuaciones y una calificación de cómo lo hayamos hecho. A partir de aquí ya podemos empezar a competir. Oscar de Zayas Lamelas, un joven de quince años de Madrid, es a día de hoy el campeón de esta modalidad de baile en España, con cuatro torneos a sus espaldas.

Oscar, alto moreno y delgado, se encuentra jugando en las máquinas, el viernes 2 de Abril por la tarde. Habíamos quedado a las 6, pero él ya estaba desde antes, aprovechando que la cita era en un salón de recreativas para entrenar un poco. Cuando termina su última partida respira aceleradamente, y tiene la camiseta manchada por el sudor; aún así es una persona jovial, y contesta a las preguntas entusiasmadamente.

- En total has ganado cuatro torneos no?

- ¿por qué cuatro? Ah bueno, si, he jugado y ganado en cuatro torneos, pero tres de ellos de poca categoría. Tú te has documentado bastante antes de venir por lo que veo (risas).

- Entonces ¿qué premios has recibido en los campeonatos?

Pues una camiseta que "certifica" que soy el campeón de España y una consola Playstation 3, más varios trofeos de otros torneillos, pero todo simbólico, los premios importantes están en Noruega

- ¿En noruega? ¿Por qué?

- Hace años, en Oslo, por la afición que estaba arraigando entre los jóvenes, se empezó a estudiar el fenómeno desde un punto de vista más deportivo, y al final en abril de 2004, fue reconocido como deporte oficial, y posteriormente se convirtió además en modalidad de baile. En la actualidad hay alrededor de 10 clubs de machine dance en Noruega, a los que tienes que pertenecer para participar en los torneos oficiales.

- ¿Y cómo afecta a tus estudios la práctica de este juego?

- Mis estudios van bien, no soy un crack pero apruebo. No me puedo quejar. Quiero dedicarme a la informática, con un ciclo formativo de grado medio, lo tengo muy claro, me gusta la informática y se me da bien.

- Entonces, ¿la práctica de machine dance no ha afectado a ninguna parcela de tu vida?

- Para nada. Es un simple juego al fin y al cabo, aunque ciertamente si no fuese porque conocí este juego y fui a mi primer torneo, no tendría los amigos que tengo ahora, que son muy importantes

- ¿Quieres decir, que este juego te ha ayudado a tener más vida social?

- Hombre por el juego les conocí, por tener misma afición y tal. Vaya, pues sí, la mayoría de mis verdaderos amigos (y muchos colegas, como tu, por ejemplo) son por el DDR.

- ¿Te tratan de alguna manera especial por ser el campeón de España?

- No, lo primero que intento es que me vean como Oscar, no como Kralde el que juega al DDR, pero si, en Barcelona por ejemplo me "alaban". Cuando voy la gente cuchichea a mi paso, y otros tantos de años pasados y los competidores habituales más duros me saludan con cierto respeto, o misticismo. No hago mucho caso a estas cosas, parece que la gente le da mucha importancia, para mí no la tiene.

-¿Y pasas muy por delante de el resto de competidores?

- De la mayoría sí, en Madrid, cuando voy a jugar a las recreativas o se hacen quedadas de los foros de machine dance, suelo pasar con una ventaja holgada, pero en Barcelona hay dos competidores que son especialmente duros para mí, uno se llama Jaime, y el otro David, llevan jugando cinco y siete años respectivamente, y les gano con sólo dos años de práctica encima, aunque la diferencia por la que les gano a ellos es mínima, los torneos allí son muy competitivos y espectaculares…emocionantes…hay mucha tensión, pero con el tiempo aprendes a controlarla.

- ¿Te han llegado a meter presión?

- Claro, sobre todo cuando vas a los torneos en Barcelona, que no “juegas en casa” (risas), y la afición suele estar más de lado de los catalanes, pero soy muy témpano en los torneos, hay que ir relajado y concentrado. Al fin y al cabo esto es un deporte.

- Pero hay un tema bastante importante en todo esto, ¿y tus padres? ¿Cómo se lo toman, como un deporte, una afición? ¿Te apoyan lo suficiente o te ponen pegas?

- Lo ven como una especie de deporte/afición, y ¡me apoyan mucho! ¿Tú crees que seria tan fácil con quince años ir a un nacional en Alicante, e ir a Barcelona con cierta asiduidad por los torneos? Son estupendos conmigo. Sobre todo por el dinero que cuestan estos viajes, que no creas que te lo pagan ni Bemani ni Konami ni los organizadores. Búscate la vida.

- ¿Y cómo es la gente que tiene esta modalidad de baile por afición?

- Suelen ser todos muy afables y humildes, pero de vez en cuando salta el creído de turno “que yo soy el mejor” tal y cual.

- Que supongo tu te lo tomarás a risa, ¿no?

- No, muy sencillo, les echo una partida en versus, (risas).

- Las canciones van en puntuaciones de un mínimo de E, que es suspender la canción, hasta AAA, que supone no sólo acertar todas las notas, sino hacerlas con el ritmo exacto, y teniendo en cuenta que hay canciones hasta de mil pasos esto es casi imposible. ¿Tu qué calificaciones sueles sacar?

- AA, y últimamente empiezo a sacar AAA.

- Entonces te las sabes de memoria.

- ¡No! ¡Que va!, no me sé de memoria casi ninguna, aunque lógicamente cuando te las haces varias veces el ritmo se te queda, y te salen mejor cuando escuchas el ritmo. Pero suelo sacar AA en las que no he jugado antes.

- Eres todo un máquina. ¿Cómo es posible que tengas esta habilidad?

- Bueno, toco la batería, y fui a conservatorio de música durante tres años, y eso ayuda quieras o no. El problema de la gente al bailar es que se concentran demasiado en las flechas. Si viesen las canciones como lo que son, canciones, y no una…pantalla de un juego que superar. Mira, en el Dance Dance Revolution todas las canciones tienen las flechas en un orden lógico. Por ejemplo, si la canción es un vals, las flechas te aparecen como las notas: un, dos, tres; un, dos, tres; izquierda, derecha y abajo; izquierda, derecha y abajo. Da igual la dificultad de la canción, lo importante es escuchar, y no limitarse a mirar.

- Para ser campeón de España ¿cuántas horas le has tenido que dedicar a la semana?

- A la semana tres o cuatro. Un par de tardes con los amigos. Es un juego, por el amor de Dios. Aunque claro, si por ejemplo siguiese practicando y me presentase a los torneos de Noruega, que son europeos y tienen mucho nivel, podría llegar a ganar 1000 euros y la máquina recreativa para mí solo, que básicamente cuesta ella sola otros 18000 euros. Eso ya es para tomárselo en serio, sería dedicarle muchas horas, pero de momento estoy contento con los niveles que alcanzo en mi hobby.

- Para terminar, ¿qué es lo que más te gusta de este juego?

- El ritmo, las canciones, la complejidad…es un todo. Está muy completo, es un juego muy sano y recomendable sobre todo para dos tipos de gente: la melómana y la que quiera perder peso. Realmente a nuestros niveles jugando una hora son tantos ejercicios aeróbicos como irte a correr una hora, pero mucho más divertido.

-¿Y fuera de la pista? ¿Cómo eres, qué haces los fines de semana?

- Salgo de fiesta, quedo con mis amigos, hago lo que la gente de mi edad normal. Lo único que me diferencia del resto de la gente son estos cuatro trofeos, me gusta divertirme de la misma manera, me gustan de igual forma las mujeres, hablar con los colegas, los videojuegos y bailar. ¡Pero no sólo con el DDR, sino también en las discotecas!

Antes de despedirnos, quiso enseñarme a jugar un par de canciones, para que viese lo que se siente al bailar en directo. Al intentarlo comprobé que es un juego divertido, pero muy complicado. Los pies de Oscar al bailar se movían demasiado rápido, y me sentí bastante acomplejada al no dar a las flechas que a él le resultaban de lo más sencillas. Es, sin duda, una persona con una habilidad excepcional.

Podemos ver algunas de sus actuaciones, recogidas en el canal elobato en Youtube.