miércoles, 3 de junio de 2009

Otra vez por sorpresa


Está muy bien pensar en planes, pero yo sigo aquí con mis apuntes del examen de dentro de 3 horas in pasar de la primera página, y en estos momentos lo más productivo que hago son pompas de jabón.

Te metes la cabeza del mechero en la nariz para ver qué sucede en la mezcla con el café y las 24h sin dormir. Esta no es otra noche de prisas y rasguños para terminar de estudiar, sino de apagar sueños.

Lo que estos meses ha pasado ha sido mucho, y para bien o para mal instructivo. Aprender a ordenar tu vida es doloroso cuando es esto lo que te golpea y no tú a esta idea. Las pompas de jabón están ahí porque yo quiero, y eso es lo peor de todo, que no es inconsciencia.

De lo que soy lo más tranquilo es el paso de mi tiempo. Tengo mucho de éste por delante, el café es el símbolo de la antítesis. En semiótica no me explican nada, pero es presencial obligatoria.

De tres en tres líneas se configuran párrafos banales intrascendentes que no hablan de la potencia interna que en eso se queda. En nada. En canciones sin letra que te ayudan a sentir el viento en un andén de este viaje.

Y es que los golpes te robustecen pero embrutecen, y yo no quiero quedarme sin caminos por la gloria de la superación emocional de putas mierdas. Aunque también es seguro si me quedo llorando de animación se torna todo a fotogramas.

Este piano me dice en voz baja que son las 3 y media. Ay, si este supiera lo vivo que está, no dejaría de admirar. Y eso hay, el ama parsimonia, testigo de mis desvelos en fútiles intentos de naderías póstumas. Esa rabia contenida que sólo estalla en actividades corporales no excesivamente satisfactorias ni provechosas, y que se retira a descansar en lo que muchos se empeñan en llamar Tu Vida.

Me meso el pelo, me muerdo las uñas y me como mi autoestima esperando una respuesta que sólo de las conexiones neuronales de mi cerebro puede salir. Sin pilares a los que agarrarse si te atacan perturbaciones olvídate de controlar tus acciones. Está aquí la canción de Blanco, el hermano de Negro, niño dulce y puro, sin ambiciones, clave para ser mantenido sin descomponer tu ánimo en retazos de realización personal heterodoxa y exoimpuesta. Me gustaría dejar ambas, con(s)ciencia, y meterme un chute de infancia. Hoy por hoy no hago más, pero todo sabe a rancio.

Todo es tan duro sin ser nada…




2 comentarios:

jota dijo...

consejos para vivir mejor:
óptimas condiciones,
un poco de esfuerzo,
orden

debería ser suficiente
pero nunca lo es

y pasa la vida goteando
flores y disgustos

Joselib dijo...

Cara de perro a cara de rata.