sábado, 8 de septiembre de 2007

Pasando a limpio III (2004)

Se aferra a mi, igual que un mañ sueño a un perdedor.
Si intento olvidarme me sigue con cuidado. Esto me quema, me está desgastando. No sabía que algo tan sigiloso hiciera tanto ruido.
Me dice: Ven, ven que no pasa nada, sólo una vez más, que no pasa nada.
Pero gracias a Dios me ha hablado la madurez.
Me ha hablado ayer, y con elegidas palabras ha brotado en unas tierras áridas y desapacibles una minúscula flor blanca, pero lo suficientemente bonita como para dejarla estar.
Lo cierto es que siempre tienta lo malo, pero ésto rebasa el´límite. Me he acercado mucho a mirar el infierno, y ahora tengo una cicatriz, mi voz ajada.
Sólo espero que esa flor tenga antídoto para la herida.
No ha pasado tiempo suficiente pero hablo desde éste día. Y digo que me da asco mi comportamiento.
Esas polillas revolotean en la luz, esperando que acontezca algo extraordinario.
Yo soy la polilla renegada, que sin querer miró hacia atrás, y un rayo de luz la iluminó. Ahora tiene los ojos abrasados, pero por el mundo negro vaga, en busca de un aliciente.
De su parte está el tiempo. Paciencia.

No hay comentarios: