sábado, 31 de marzo de 2012
5:51 de la mañana
lunes, 21 de febrero de 2011
Still
Espero.
domingo, 4 de julio de 2010
It's not a secret
Pero es inevitable al final de la carretera mental que te produce pensar en tu pasado superado creer que tal vez aquel fue el único tiempo bueno posible. La nostalgia, ese virus corrosivo que pervierte la memoria es salada, y habita en los malos momentos.
Los hábitos dañinos te mantienen en la cuerda de la estabilidad emocional para aquellos que somos educados en valores de corrección. Y la creatividad es otra de esas grandes palabras que hinchan tu pensamiento como gigante y verde esperanza. De algo que probablemente nunca ocurrirá por tu proceder natural.
Vivir de recuerdos ajenos no es sano. Y Latveria, la palabra todopoderosa e infinita siempre fue el final del camino hasta hoy.
Enhorabuena, ya podemos tararear estúpidas canciones como gilipollas antes de acostarnos.
viernes, 12 de febrero de 2010
Good evening Mr Baxter
Tal vez vuelva a repetir viejas ideas, pero qué sería de nosotros si no cayésemos una y otra vez en los mismos errores. La gente no podría mostrárnoslos y sentirse mejores consigo mismos. Eso sería terrible.
Tengo la extraña sensación de que me pierdo en tercero. No es que vaya del todo mal, es sólo que es el ecuador, y no hay una salida fácil. No es una cuerda floja, es una plataforma aislada, y rodeada de vacío.
Son los años que pasan, son los chicos que vienen detrás de mi, que tienen menos años que yo y les queda más camino por delante. Es otra vez el amanecer que le sigue a una noche de empalmada.
Esta ciudad se me queda grande y pequeña. Lo grande es un reto distante. Lo pequeño un aliciente para preparar la huída.
No todo es tan negro. Al fin y al cabo mi vida marcha. Los dolores de cabeza remiten, y supero traumas y miedos. No pienso llamarlo madurar. Me gusta más evolución.
Cultura se ha convertido en una palabra deforme. Pero propia.
Los sentimientos son. Confusos.
miércoles, 3 de junio de 2009
Otra vez por sorpresa
Está muy bien pensar en planes, pero yo sigo aquí con mis apuntes del examen de dentro de 3 horas in pasar de la primera página, y en estos momentos lo más productivo que hago son pompas de jabón.
Te metes la cabeza del mechero en la nariz para ver qué sucede en la mezcla con el café y las 24h sin dormir. Esta no es otra noche de prisas y rasguños para terminar de estudiar, sino de apagar sueños.
Lo que estos meses ha pasado ha sido mucho, y para bien o para mal instructivo. Aprender a ordenar tu vida es doloroso cuando es esto lo que te golpea y no tú a esta idea. Las pompas de jabón están ahí porque yo quiero, y eso es lo peor de todo, que no es inconsciencia.
De lo que soy lo más tranquilo es el paso de mi tiempo. Tengo mucho de éste por delante, el café es el símbolo de la antítesis. En semiótica no me explican nada, pero es presencial obligatoria.
De tres en tres líneas se configuran párrafos banales intrascendentes que no hablan de la potencia interna que en eso se queda. En nada. En canciones sin letra que te ayudan a sentir el viento en un andén de este viaje.
Y es que los golpes te robustecen pero embrutecen, y yo no quiero quedarme sin caminos por la gloria de la superación emocional de putas mierdas. Aunque también es seguro si me quedo llorando de animación se torna todo a fotogramas.
Este piano me dice en voz baja que son las 3 y media. Ay, si este supiera lo vivo que está, no dejaría de admirar. Y eso hay, el ama parsimonia, testigo de mis desvelos en fútiles intentos de naderías póstumas. Esa rabia contenida que sólo estalla en actividades corporales no excesivamente satisfactorias ni provechosas, y que se retira a descansar en lo que muchos se empeñan en llamar Tu Vida.
Me meso el pelo, me muerdo las uñas y me como mi autoestima esperando una respuesta que sólo de las conexiones neuronales de mi cerebro puede salir. Sin pilares a los que agarrarse si te atacan perturbaciones olvídate de controlar tus acciones. Está aquí la canción de Blanco, el hermano de Negro, niño dulce y puro, sin ambiciones, clave para ser mantenido sin descomponer tu ánimo en retazos de realización personal heterodoxa y exoimpuesta. Me gustaría dejar ambas, con(s)ciencia, y meterme un chute de infancia. Hoy por hoy no hago más, pero todo sabe a rancio.
Todo es tan duro sin ser nada…